Ayer oriné junto al alcalde. Coincidimos en el migitorio de un bar irlandés a mediados del segundo tiempo del juego de méxico. Estuve a una nada de brincarme mi sensatez y orinarle sus tristes zapatos. Pudo haber sido la mejor opinión que alguien le haya dado sobre su presidencia. Pero no lo hice. Me subí el cierre y no lo hice. Carajo.
Soy tu fan!!
ResponderEliminarja, vaya hubiera sido mejor anécdota...si que hubiera sido gracioso...
ResponderEliminarcarajo
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