Hoy el mundo ha perdido una mujer
de constelaciones en la espalda y pies precisos
una mujer que con las yemas te abría la piel
y se aferraba a tus entrañas
y se te enredana en los huesos
y te usaba de refugio contra el tiempo
hoy el mundo y yo hemos perdido una mujer
de vértigo en los dientes, de nariz diminuta
de ideas como granizo en el desierto
una amorosa de brazos tercos
hoy yo he perdido una mujer
a la que pude tocarle los pies
y unirle los lunares con palabras
era una mujer verde, azul
con mil colores en la lengua
era, porque ya no es
era, porque se vistió de blanco.
Dos mil veinticuatro
Hace 1 semana