domingo, 25 de abril de 2010

A una amorosa de brazos tercos

Hoy el mundo ha perdido una mujer
de constelaciones en la espalda y pies precisos
una mujer que con las yemas te abría la piel
y se aferraba a tus entrañas
y se te enredana en los huesos
y te usaba de refugio contra el tiempo

hoy el mundo y yo hemos perdido una mujer
de vértigo en los dientes, de nariz diminuta
de ideas como granizo en el desierto
una amorosa de brazos tercos

hoy yo he perdido una mujer
a la que pude tocarle los pies
y unirle los lunares con palabras

era una mujer verde, azul
con mil colores en la lengua
era, porque ya no es
era, porque se vistió de blanco.

2 comentarios:

  1. Como juego literario, con el mejor de los cariños y las mejores vibras. La mejor de las vidas y toda la felicidad alcanzable, con sus geniales vaivenes, con su vértigo y su seguridad. Tú sabes, nieta, tú sabes.

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  2. hombre, de los colores el blanco despues del rojo, me da algunas desconfianzas...

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lo que dicen tus brazos tercos...